Editado Por: Mariana García Pérez (902)
En la pintura modernista, el manejo de la luz y la sombra se convierte en un medio para explorar la espiritualidad, la intimidad o el misterio. Estos contrastes visuales pueden funcionar como metáforas de la dualidad de la existencia, la vida y la muerte, la conciencia y el subconsciente.